La casa deshabitada

El doctor Watson sitúa la acción de esta aventura en abril de 1894, aunque él escribe el relato casi diez años después, una vez que Holmes le autoriza a revelar el secreto.

En la primavera de 1894, la ciudad de Londres está conmocionada por el misterioso asesinato del ilustre Ronal Adair, segundo hijo del conde de Maynooth. El doctor Watson ha perdido a su querida esposa, y ha trasladado su consulta a Kensington. La muerte de Adair y la ineficacia de Scotland Yard hacen que Watson añore la presencia de Sherlock Holmes e intente, sin demasiado éxito, emular sus métodos.

De pronto, la situación da un giro inesperado. Un extraño anciano, con el que Watson ha tenido un encontronazo frente a la casa de los Adair, acude a su domicilio. Tras presentarse como un librero vecino, en un descuido de Watson, se quita el disfraz, y ante el perplejo Watson aparece el mismísimo Sherlock Holmes. El doctor sufre el primer desmayo de su vida, incapaz de comprender lo que sucede ante sus ojos. Holmes, una vez más, desentrañará el misterio que rodea el crimen y encarcelará al culpable, un lugarteniente del fallecido profesor Moriarty, que desea vengarse de Holmes por haber acabado con su maestro y su organización criminal. En la investigación jugará un papel primordial un truco por el que, mediante un busto suyo colocado en una ventana del 221-B de Baker Street, se hace creer al asesino que tras la cortina se encuentra el mismo Holmes.

El mayor interés de esta aventura reside en la explicación que Holmes da a Watson sobre el motivo de fingir su desaparición en mayo de 1891. De este modo nos enteramos de que hizo creer a todos en su muerte para poder actuar con mayor liberta contra los secuaces de Moriarty, y acabar así definitivamente con su peligrosa banda criminal. Según Holmes, sólo su hermano Mycroft estaba al corriente de ello, aunque luego conoceremos que también el malvado coronel Moran lo sabía, ya que había sido testigo presencial del enfrentamiento de Holmes con Moriarty en las cataratas de Reichenbach.

Como biógrafo oficial de Sherlock Holmes, Watson narra las peripecias vividas por el detective durante el tiempo en que todos le daban por muerto. El relato de Watson contiene algunas inexactitudes, como la de denomiar Dalai Llama al Dalai Lama, confundiendo su nombre con el del pacífico animal que habita en los Andes. Además, cuenta una imposible entrevista de Holmes con el califa de Kartum, que realmente había abandonado el país en 1885, seis años antes de la desaparición de Holmes en Reichenbach. Los errores de Watson hacen que los expertos mantengan una gran precaución sobre esta época de la vida de Sherlock Holmes. Edgar Smith publicó un artículo en «The Baker Street Journal» en el que dice que sobre este relato hay una niebla más espesa que la que jamás hayan conocido las calles de Londres.

Leé la historia completa en formato PDF haciendo click en La casa deshabitada, traducida, también, como La casa deshabitada. Una vez abierto el archivo, podés pulsar sobre el ícono del disquete para guardarlo donde quieras. O bien, imprimirlo para leerlo donde más te guste.

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